El nuevo material garantiza una mejor resistencia a la rotura y la corrosión, así como un alto grado de biocompatibilidad, confirmado por el hecho de que no se ha registrado un resultado negativo en cuarenta años de aplicación en los 300.000 pacientes en los que se han aplicado implantes de zirconia.
En la construcción de prótesis, el uso de materiales cerámicos se remonta al siglo 18. Estos materiales, sin embargo, aun cuando tienen excelentes propiedades estéticas, en general, no se han utilizado ampliamente en odontología por la baja tenacidad que no garantizaba la resistencia a la rotura. La porcelana se utilizaba como un componente del metal. Las dudas sobre el uso del metal, que se caracteriza por la baja biocompatibilidad en la cavidad oral, han desplazado la atención a otros materiales no férreos.
En los últimos años, el óxido de circonio ha sido confirmado como el material de excelencia para la fabricación de prótesis dental , por sus elevadas propiedades mecánicas - resistencia al impacto, tenacidad a la rotura, módulo de elasticidad - asociado con la alta compatibilidad biológica con el tejido de las encías y el hueso.
Ha sido fundamental la tecnología que ha permitido estabilizar la fase tetragonal, y evitar así que el óxido de zirconio sufra la transformación de fase típico a temperatura ambiente (estructura cristalina monoclínica) y mantenga la estructura tetragonal incluso después de enfriar a temperatura ambiente.
La estabilización parcial de óxido de circonio se obtiene con la adición de óxidos cerámicos tales como óxido de itrio, óxido de magnesio, óxido de calcio u óxido de cerio. Para aplicaciones dentales se utliza principalmente Óxido de Zirconio estabilizado con Itria (ZrO2Y2O3).